En el año 1838, ( durante el periodo de las guerras carlistas ), el Gobernador Militar de Alcañiz, exige a los vecinos de Hijar, casa por casa, para que colaboren en las labores de la fortificación de la localidad. Debian acudir alli, los peones con azadón y tambien quien tenia caballerias, de acuerdo con las siguientes conversiones : 9 reales por carro, 4 reales por caballeria mayor, 3 reales por caballeria menor y 2,50 reales por persona.
En Hijar durante muchas décadas, existieron innumerables vaquerias, unas de las últimas fueron la de Antonio Loren en San Blas y Pilar Gómez en la Calle Santa Rosa, pero anteriormente existieron otras vaquerias de imborrable recuerdo, como la del Tio Pajarel, el Tio Murcia, y otras muchas que abundaron en los años 30, 40 y 50, cuando eran tan necesarias en la alimentación de los hogares de los hijaranos.
Durante décadas en la cueva de la Calle Paradas, era el lugar de parada de los " quinquilleros ", que venian con sus carros y galgos y todo el grupo familiar, donde permanecian durante varios dias, y muchos vecinos se acercaban hasta alli, por la gran curiosidad, que despertaban cuando llegaban a Hijar.
Antiguamente como bajaban tantas riadas en el Rio Martin, en El Embalse, junto a la Torre Roya, para pasar de un lado al otro del rio, habia una barca, que ayudada por cadenas y sirgas de hierro te transportaban a la otra orilla del rio.
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