El Monasterio de la Resurrección del Santo Sepulcro, conocido también como monasterio del Santo Sepulcro y que se encuentra en la plaza de San Nicolás de Zaragoza nació como un llamado "Castillo" auspiciado por la Marquesa de Gil de Rada que era hija del Rey Teobaldo I de Navarra, para hacer en esa zona junto a las murallas romanas un convento o monasterio femenino en e año 1304.
La Marquesa Gil de Rada era viuda de Pedro Fernández de Híjar, un hijo no reconocido o bastardo del Rey Jaime I de Aragón. Y como toda la familia venía de las casas reales de Aragón y Navarra, aquel monasterio tuvo una gran importancia en sus primeras décadas, incluso siendo dirigido en sus comienzos por una abadesa que era hermana de su fundadora. Todo quedaba en familia.
Desde el principio fue impulsado por el que entonces era canónigo de la Colegiata del Santo Sepulcro de Calatayud, y por eso se adscribió en Zaragoza al Santo Sepulcro. En realidad ya debía existir a su lado la pequeña iglesia de San Nicolás de Bari que se había construido unas décadas antes, y el Monasterio se añadió a la zona, desde el interior de las Murallas Romanas y por eso se le llamaba Castillo de D. Teobaldo.
En su interior (que se puede visitar) hay un claustro no muy grande (lo podemos ver abajo de este texto) pero sumamente interesante sobre el que se mueve toda la vida de las monjas canonesas de clausura hasta no hace mucho tiempo. Son las únicas de la Orden Canonesas que hay en España.
La imagen superior nos muestra la plaza de San Nicolás en el año 1877 y la de la izquierda es una estampa del vestido hábito de las monjas de clausura del San Sepulcro sobre el año 1800.
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