Ruta de las ermitas hijaranas.
Para el día 3 de septiembre de 2023.
Se organiza una ruta visitando las ermitas que rodean Híjar.
La salida será a las 08.00 horas de la pasarela de debajo del Bar Papi y recorrerá: El Carmen, Santa Bárbara, San Miguel, El Convento, Santo Sepulcro y San Antón.
El recorrido es de 9 Km. y la dificultad es media, (subida a Santa Bárbara), con alternativa más suave.
Se parará 5 minutos en cada una de ellas y en San Miguel se hará una parada de 15 minutos para tomar aire y algún alimento. Se recomienda llevar ropa apropiada para caminar por senderos, algún alimento y agua.
Podemos salir desde la Plaza de la Villa, desde donde comienza el Camino del Carmen al otro lado del puente, o desde la puerta del Bar Papi.
Elegimos la puerta del Bar Papi. Bajamos las escaleras que conducen a la pasarela que cruza el rio Martín y nos vamos a la derecha por el camino-senda que nos lleva a:
“El Molino del Columbrillo”. También denominada Balsa del Molino (la balsa era necesaria para el molino, es una parte más del Molino), donde llegaban las aguas procedentes de la Acequia de Gaén, para mover las diferentes maquinarias que producían la electricidad desde 1903. Esta industria perteneció a la compañía Ribera-Bernad Sociedad Eléctrica. También fue un lugar donde muchas personas, en época de verano, utilizaban para bañarse. Debió de funcionar por los años 1950. (Primero fue molino, luego lo adaptaron, como tantos otros, para aprovechar el salto y producir electricidad. La existencia del molino señorial hacía que hubiese un derecho antiguo que se denomina “ojo del Columbrillo”)
Seguimos hasta la ermita del Carmen, sencillamente siguiendo el camino.
La “ermita del Carmen”, (una de los tres patrones de Híjar, la otra es la Virgen de Arcos y el otro San Braulio), se empezó a construir el 27 de septiembre de 1896 en el paraje que entonces se conocía como, “Cabezo del Pino” y se inauguró el 26 de septiembre de 1901. (En el libro “Recuerdos de Híjar I”, Mariano Laborda nos cuenta los entresijos de su propuesta y ejecución). En 1925 se celebró con gran entusiasmo la “Fiesta del Árbol”, poniéndose pinos por todo el cabezo, aunque ya se venían poniendo anteriormente y seguirían años después, (no hay que olvidar a los hombres de Acción Católica, que en los años de 90 restauraron el camino e hicieron nuevas plantaciones). En 1927 se inaugura la casa de ejercicios. En julio de 1936 fue destruida por los republicanos con motivo de la guerra civil. En 1944 comenzó su restauración que se terminó en julio de 1954 (Fue reconstruida por Regiones Devastadas. Se pusieron todos los fondos en la ermita por razones políticas y por la presión de Mosén Pedro. Otros lugares como el Convento, para el que había algunas ideas y proyectos como el de una escuela de capacitación agraria y de oficios, quedo relegada, así lo contaba Mariano Laborda), ha sufrido alguna remodelación a lo largo de los años. Entre 1969 y 2007 la habitaron y cuidaron la Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón, después la habitaron dos hermanas de La Comunidad Orante Monte Tavor y a los pocos años también estas dejaron el edificio que hoy administra La Cofradía de las Siete Palabras y San Juan Evangelista de Zaragoza. El grupo escultórico de la ermita, es obra de los hermanos Albareda. Las pinturas que lo acompañan con motivos hijaranos, Pan Bendito y Rosario de Cristal son posteriores a la colocación de la imagen. La tradición del pan bendito y del dance es anterior a la construcción de la ermita. Se iba a la plaza de la Parroquia a honrar a la patrona. La tradición del Rosario de Cristal fue impulsada por Mosén Pedro Dosset. Incluso cambiaron alguna canción del Dance -La Rueda del coche-.
Bajamos por el lado opuesto al que hemos subido y nos desviamos a la derecha para pasar lo que en Híjar se conoce como la “Bocamina”, que es donde la Acequia de Gaen ve la luz en un ensanche, después de recorrer diferentes tramos por minas desde su nacimiento en Albalate del Arzobispo. También fue un lugar muy utilizado por los hijaranos para bañarse en verano antes de que se construyera la Piscina Municipal en 1973.
A un lado, a la derecha, queda la llamada “Cueva del Polvorín” porque fue hecha por los republicanos, cuando la guerra de 1936, destinada a ser el polvorín del Frente de Aragón y que cruza por debajo del monte de lado a lado. También llamada“Cueva del Champiñón”, porque en los años 1960-70 se destinó al cultivo de este hongo.
Seguimos el camino entre campos a la izquierda y pinos a la derecha y vamos a parar a la carretera N-232, justo frente al Cabezo de Santa Bárbara, la cruzamos y subimos por la senda que nos lleva a la ermita de Santa Bárbara, es una senda cuesta arriba pero no muy larga, hacemos tantos altos como necesitemos y llegamos arriba. Esta ermita fue construida en 1561 sobre lo que era un antiguo fortín. En 1936 fue destruida. En 1945, la familia Cardona la restauro, esta familia tenía negocios de pirotecnia y minería, de ahí la dedicación a su patrona. (El ábside es un antiguo molino de viento para moler el grano, se observa perfectamente la estructura, a la que le añadieron una nave. Estructuralmente, desde luego, no parece para nada del siglo XVI. La bóveda con lunetos de la nave de la ermita es ya del siglo XVIII o XIX, aunque bien pudiera ser una reconstrucción) Delante de la ermita hay una cruz y a ella el ermitaño, que vivía en una casa contigua a la ermita, colocaba en los días que amenazaba tormenta una bandera negra para aviso a los habitantes de Híjar. Las vistas desde aquí son espectaculares. Los pinos y demás plantas que hay alrededor de la ermita son de finales del siglo XX principios del XXI, obra de vecinos, una ermitaña que la habito estos años mencionados y mineros de Híjar, que dedicaron a esto parte importante de su tiempo.
Partimos de nuevo y aquí tenemos dos alternativas, más cómodas, que es bajando por el primer camino a la izquierda y aun tendríamos un segundo, ambos para coger el camino que va de la Cruz Cubierta (Carretera Zaragoza N-232), al Partidero (Carretera de La Puebla de Híjar A-1406) (En el partidero había también otro derecho de aguas muy famoso que concedió el Duque a los Franciscanos, el “ojo del Ligón”. Cuando regaban, el testigo del turno de riego en esta zona era una cruz de hierro que custodiaban los Franciscanos, igual que en Urrea es la caña que colgaban en el Ayuntamiento), o tomamos uno más agreste, seguimos rectos hasta que llegamos al camino central de la Loma Montesinos, seguimos por él y unos metros antes de comenzar la bajada que nos llevaría al Convento, nos desviamos a la izquierda y por la cresta del cabezo, donde se intuye un camino y desde donde tenemos muy buenas vistas de la huerta de Híjar, llegamos al Partidero de las aguas de la Acequia de Gaen, las que van para La Puebla y las que van para Los Campillos, junto a la carretera de La Puebla de Híjar.
Cruzamos la carretera y nos encaminamos hacia la ermita de San Miguel, lo que queda de ella. Se desconoce cuándo fue construida esta ermita, pero ya a principios del siglo XX era muy antigua. (Estilísticamente se corresponde a una estructura de tipo mudéjar con arcos diafragma donde descansa una techumbre de madera. La misma estructura que tenemos en la sinagoga de San Antón. Pero esa estructura se continuó utilizando en siglos posteriores como el siglo XVI o incluso a comienzos del XVII. San Miguel, como San Cristobal es un patrón vinculado a los viajeros. Alguno de los caminos que pasaran cerca debía de tener importancia) Como no se la utilizaba para culto y dada su soledad y lejanía de cualquier lugar habitado, el pirotécnico Don José Cardona la utilizo como almacén de sus creaciones pirotécnicas y en 1920 exploto, quedando como ahora la vemos.
Bajamos de la ermita y cogemos el camino que nos llevara a Los Campillos. Y por el mismo llegaremos a lo que queda del Convento de Híjar y a la historia que viene de él. Ese Convento que fue de las Canonesas del Santo Sepulcro (1300-1304), de los Franciscanos (1517-1835), de las Clarisas (1841-1858), de los Capuchinos (1903-1936) y ahora nos mira desde su olvido. El Convento de Nuestra Señora de los Ángeles, no solo fue un encargo de los duques, alcaldes o políticos y una comunidad de religiosos dedicados a su religión, que hubo en Híjar, también fue un importante centro de cultura, de tradición y de formación para los habitantes de toda la zona.
No he podido encontrar información detallada anterior a la que expongo a continuación, más si en los documentos que dejo Marquesa Gil de Rada, (documentos que se encuentran en el Archivo del Convento del Santo Sepulcro de Zaragoza), de la fundación de las Canonesas del Santo Sepulcro en la iglesia de Santa María en Villa Vieja de Híjar, es de suponer que muchos años antes a 1300, ya en ese lugar de Los Campillos existía dicha iglesia y dicha villa, con lo cual las ruinas hoy existentes, (en la documentación medieval, ese tipo de menciones suelen corresponderse a lugares en los que había restos de épocas pasadas, alguna pequeña aldea o incluso restos de la primera época medieval o de época antigua), podrían ser, con muchísimas probabilidades, los continuadores de la iglesia y villa mencionadas. Nunca se han realizado estudios arqueológicos del lugar.
Según documentos existentes, el 10 de noviembre del año 1300, fundaron un convento. La viuda de Pedro Fernández señor de Híjar, Marquesa Gil de Rada, se hace freyra de la Orden de las Canonesas del Santo Sepulcro y funda una comunidad religiosa en la iglesia y casas de Santa María de la Villa Vieja de Híjar, en el lugar llamado Campillo. Dotándola de varias propiedades suyas para su sostenimiento. (Documentos existentes en el Archivo del Convento de las Canonesas del Santo Sepulcro de Zaragoza).
En una parte del documento del 10 de noviembre de 1300, dice: “Encara offrecemos al dito Sepulcro de Jerusalem un olivar et tierra; et las casas que son edificadas en el dito olivar pora monasterio, situado en termino d`Ixar,lugar que yes ditoCampiello, que affruenta con carreras públicas de dos partes, et con la dita iglesia de Santa Maria de la Villa Viella”
Según el diccionario histórico de la lengua española (1933-1936). Campiello, masculino anterior a campillo o ejido, es el terreno comunal a las afueras de una población que se destina a servicios comunes, como eras o pastos de ganado. Campillejo es un despectivo de Campillo y significa plaza pequeña en los arrabales de un pueblo.
No he conseguido más noticias del Convento de Híjar hasta que en 1517, se comenzó la construcción del actual convento, (sería lógico, que se construyera aprovechando las ruinas y el lugar del que ya existió, si no, por que se habría elegido ese lugar que coincide con el que describe el documento de la fundación de Marquesa Gil de Rada en los Campillos), y se terminó en 1524. Fue por orden de Luis Fernández de Híjar y Arellano. Adjudicado a los Franciscanos Menores y Observantes, a la advocación de Nuestra Señora de los Ángeles. Este mismo señor, según Mariano Laborda en sus Recuerdos de Hijar I, en 1519 encarga a los Franciscanos que residían en la casa que fue del Rabi junto a la ermita de San Antón, antes sinagoga judía, la organización y mantenimiento de la Semana Santa con un rito estrictamente cristiano. Así se conmemoro en 2019.
Siguió con sus andaduras, en 1835 la desamortización de Mendizábal, más tarde lo habitan monjas Clarisas 1841-1858, queda abandonado hasta que, en 1902, con expolio y venta de sarcófagos incluida. Es reconstruido y llega hasta 1936, en que es incendiado. Desde entonces olvido, más expolio y más triste olvido. Como ya comentamos antes, hubo propuesta de reconstrucción y de convertirlo en una escuela de artes, oficios y agricultura, pero los intereses del municipio y sus jefes, fueron por otros derroteros.
Estoy tratando de encontrar y enumerar libros y publicaciones que hablen de la historia de Híjar y del Convento de Nuestra Señora de los Ángeles y en estos momentos, quizá el más actual sea el trabajo académico recopilatorio realizado por Elena Meseguer Ara desde la Universidad de Zaragoza, FFYL, 2019: “Una herencia olvidada: El Convento de Nuestra Señora de los Ángeles de Híjar (Teruel).
Dejamos atrás el Convento por el camino del Estrecho de las Vegas y por el llegamos a la zona denominada Palanca de las Vegas, cruzamos el rio Martín y tomamos la Cuesta de la Plana hacia la ermita del Santo Sepulcro, en el Calvario de Híjar.
Llegamos al Calvario y por él, por la subida de Los Dolores, a la ermita. Mucho antes de la existencia del actual Calvario, en Híjar ya se existía en 1517 el Cabezo de la Cruz, lugar que hoy ocupa la ermita del Santo Sepulcro, que corona el calvario actual y al cual subían los hijaranos a protestar por la muerte de Cristo. La mencionada Cruz fue cambiada por una capilla en 1660, que en 1700 se hundió por abandono y en 1719 se inició la construcción de la actual ermita, que se terminaría en abril de 1732 y por indicación de los Franciscanos en la adaptación del monte al Calvario. No olvidemos que los calvarios son creación de los Franciscanos. En 1936 fue incendiada la ermita y si bien hubo una pequeña restauración de consolidación durante un tiempo ermita y Monte Calvario sufrieron el abandono. Hasta que, en 1966, por iniciativa del Cuadro Artístico Semanasantista Hijarano, se empezaron los trabajos de reforestación del Monte y en 1972 la restauración de la ermita para dejarla como hoy la vemos, además de la construcción de una casa para el ermitaño en un costado del monte. El interior contiene pinturas del siglo XIX que también están pidiendo una restauración. Igualmente, se construyeron nuevas estaciones en lugar de las viejas de adobas. Ya en el siglo XXI se reformaron las estaciones quedando como originales las que están en el andador llamado de Los Dolores, esperemos que se conserven pues así eran las primeras que se hicieron hace siglos, patrimonio popular de aquí que es, precisamente, adobas y encalado. Ya en 1968, comenzó la construcción de la Casa del Hijarano que albergaría una Aula de Cultura, una exposición permanente de la Semana Santa, con pasos incluidos, y un restaurante y hostal, que se terminaría en 1975. En 2019, se inauguraba el Museo de la Semana Santa de Híjar, un edificio con forma de tambor. El edificio de la Casa del Hijarano sigue en obras parciales.
Desde aquí nos dirigimos a la última de las ermitas a visitar, la ermita de San Antón. Bajando por la calle principal del Calvario, tomando el Paseo de San Francisco hasta la Plaza de San Blas y de allí tomando la calle Carreteras que desemboca en la entrada de la Plaza de San Antón. Encontramos la ermita, en la actualidad, una sinagoga anterior a 1492 restaurada desde el 2017 y que todavía sigue en fases restauración. Desde la expulsión de los judíos en 1492, hasta nuestros días, los vecinos de San Antón, han sido los auténticos valedores y conservadores de esta joya histórica que hoy contemplamos. (La fecha de referencia de la construcción es 1410. En estos últimos años se ha rehabilitado y estudiado como nunca, por lo que no es posible contarlo en estas cuatro líneas, pero si hay una publicación reciente de Antonio Hernández Pardos, “La Antigua sinagoga de Híjar. Claves de un monumento excepcional”. Que nos indica todos los elementos de la antigua sinagoga que todavía se conservan en la actualidad, y cómo era en su origen por la entrada desde el Azaguán). Sin olvidarnos del Centro de Estudios del Bajo Martin que, desde su creación en 1999, no dejo nunca de insistir en su valor, en su conservación y por añadidura a todo el barrio judío, que incluye el Granero del Diezmo, también conocido como del Duque y como del Pilar. No olvidemos que de 1517 a 1524 vivieron aquí los franciscanos, (en la casa contigua a la sinagoga, de la que no queda nada), que en1519 recibieron el encargo por parte del Duque de Híjar, Don Luis Fernández de Híjar, de organizar las procesiones y celebraciones de Semana Santa según rito cristiano, tal y como las conocemos hoy.
Y llegados aquí damos por terminada nuestra ruta, cada cual saldrá de esta magnífica Plaza de San Antón por el cantón que elija, para volver a su lugar de origen, espero que hayan disfrutado.´
Centro de Estudios del Bajo Martin .
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