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viernes, 14 de julio de 2023

Las nueve Musas de Rubén Vidal ya custodian el salón de plenos comarcal del Bajo Martín. Autora : Beatriz Severino .

 






La última creación de Rubén Vidal ya puede disfrutarse en el lugar para la que fue pensada. Este no es otro que el salón de plenos de la sede de la Comarca del Bajo Martín, una sala que desde este jueves, y como indica la placa de la puerta, se llama salón de plenos ‘Las Musas’. Este es el nombre de la obra del artista alcañizano al que le fue encargada la encomienda de darle un nuevo uso a las planchas de alabastro que se retiraron el año pasado de la facha del edificio. Las inclemencias del tiempo provocaron numerosos desprendimientos y se optó por sustituir esas placas de alabastro por otro material que lo simula. «Se pensó en intentar darles otros usos y evitar el destino que iban a tener: el vertedero», dijo el presidente en funciones, Narciso Pérez, este jueves.

Este encargo lo ejecutó Vidal a través del Centro Integral para el Desarrollo del Alabastro (CIDA). Allí pasó el artista cuatro meses entre Navidad y Semana Santa realizando pruebas con diferentes técnicas hasta que dio con la más idónea para hacer de las tablas de alabastro un lienzo. El óleo aplicado con muñequilla resultó ser la mejor opción, y este jueves se dio a conocer el resultado en una presentación en la misma sede, lugar al que regresan las planchas pero esta vez para formar parte del interior y para darle un valor añadido.

El proyecto continúa, y el autor seguirá realizando investigación con este material en el CIDA en colaboración con la Comarca hasta final de año. «El trabajo de Rubén supone una apertura de miras para el centro como es el mundo de la pintura», valoró el coordinador del CIDA, Santiago Martínez. De explicar el proceso se encargó Vidal en un vídeo, ya que no pudo desplazarse desde Berlín. Es la ciudad en la que vive desde hace años, aunque como anunció, «el alabastro ha sido una piedrecita más añadida para que haya tomado la decisión con mi familia de regresar a casa». Como escultor sí había trabajado el alabastro, pero nunca como base para pintar, algo que «sí se hacía siglos atrás».

Echando la vista atrás a estos años en Alemania encuentra una especie de predestinación. «Es un país con muy poca luz natural y pinté mucho con artificial. Parece que me he estado preparando estos años para este proyecto», dijo. Pueden verse al natural o con luz retroproyectada. Las nueve Musas -idea que le dio Martínez- representan a los nueve pueblos y están desnudas como símbolo de pureza y atemporalidad al carecer de ropas y joyas. Son piezas independientes y de pequeño tamaño, por lo que pueden itinerar. Ahora Vidal espera que más artistas se animen con esta vía de volver a emplear el alabastro como lienzo sobre el que pintar.


Fuente :  www.lacomarca.net

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