El Ayuntamiento ha vallado la zona por seguridad tras el paso de la tormenta y está en conversaciones con la parroquia, dueña del edificio.
El Santuario de la Virgen de Arcos en Albalate del Arzobispo fue uno de los parajes que peor salió parado tras el paso de la tormenta severa el jueves pasado. La piedra se cebó con el tejado del edificio, propiedad de la Iglesia, como atestiguan las tejas partidas que todavía se amontonan en el suelo. El perímetro municipal no corrió mejor suerte: hay más de una veintena de pinos arrancados de cuajo y otros tantos partidos. También la cubierta que se utiliza, sobre todo, durante las romerías, está dañada. El Ayuntamiento, que está valorando las afecciones, ha vallado la zona por seguridad.
«Estamos intentando actuar de la forma más rápida posible. El Santuario es propiedad de la Iglesia y ya hemos iniciado las conversaciones oportunas para que el tejado, que se ha visto muy afectado, sea reparado lo antes posible. Estamos pendientes de reunirnos tanto con la hermandad como con el párroco«, ha explicado la alcaldesa de Albalate, Celia Trullén, a La COMARCA. La supercélula también azotó a la virgen situada en el arco que da acceso al Santuario: se ha mantenido en la hornacina, pero está casi volcada.
La zona de merenderos que rodea al edificio es propiedad municipal. Por tanto, una vez cuantificados los daños, el Consistorio «dará parte a su seguro para repararlos con la mayor brevedad posible». La mayor afección se encuentra en la cubierta que se usa principalmente durante las dos jornadas de hermanamiento entre albalatinos y ariñenses. Cientos de vecinos peregrinan cada año hasta el Santuario el Lunes de Cuasimodo y el Domingo de Rosario. Tras la celebración de la misa, las cuadrillas y familias comen juntos y disfrutan de una jornada amenizada por las cornetas de los alabarderos, las coplas de los rosarieros y jotas espontáneas.
La fuerza de la tormenta también tiró varios ladrillos de una pequeña caseta, donde los días de romería se venden bebidas. Lo más impactante, sin embargo, es el medio centenar de pinos arrancados de raíz o partidos que obstaculizan los senderos. Pese a las cintas de seguridad y las vallas que se han colocado en el entorno, son muchos los vecinos que se han acercado hasta el lugar para presenciar los estragos del temporal. Los destrozos en el Santuario es el tema candente de conversación en los últimos días. Los albalatinos están «muy consternados» por lo sucedido.
En los últimos años y a través de dos talleres de empleo se acometieron varias mejoras en el Santuario de la Virgen de Arcos. Se centraron en el exterior con acciones como la recuperación de la era empedrada, la cueva del pastor Natalio y se adecuaron dos barbacoas. También se recuperó el sendero tradicional que se empleaba antaño para subir caminando. Vuelve a usarse y además se ha equipado con pequeñas zonas de descanso con algún merendero.
Fuente : www.lacomarca.net
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