Concurrieron felices circunstancias por las que fueron creciendo como espigas de un mismo campo , compartiendo juegos , colegio, instituto universidad...
Tras la inocente etapa de niñez , les llego la madurez, el amor y... un buen día , por aquello de " Papa puso una semillita en mama ", el vientre de las cuatro quedó fecundado. Comenzaron los alborozos , las visitas medicas, las nauseas, los miedos , las ilusiones , las compras y la sorpresa de saber que , desde no se sabe donde Carlos , Mateo , Leo y Martin , listos ellos, habian decidido venir casi juntos a este mundo , para ser amigos y jugar como lo hicieron sus madres. La caravana de cochecitos de bebe , lo evidencian cuando se juntan todos para hablar , ahora de lactancia , sueño , color de las caras, erupciones , culitos irritados, primeras sonrisas, madres y suegras ( que no nos libramos ) .
Asi que , treinta años después de aquel 1992 , y en medio de un mundo convulso como el que nos esta tocando vivir , la coincidente y rica " historia de vida " de estas cuatro madres con sus hijos , y sus parejas con almas de madres , no puede ser mas preciosa ¿ A que si ?
Mientras, los abuelos , contentos y emocionados , vemos a nuestras hijas abrazar a los suyos, como lo haciamos nosotras años atras, y nuestras madres y las anteriores... Quiza desde tiempo inmemorial, sea el mismo abrazo , porque la vida se repite. ¡ Bendita vida , que se repite !
Autora : Teresa Rubira.
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