Mayo ha sido un mes entrañable y florido, también en lo cultural. Y es que nuestro querido pueblo está plagado de hermosos rincones, buena gente, buenos profesionales, y gran cantidad de artistas. Todos los conocemos, pero a veces, no tanto como merecen. Sería largo enumerar la obra o los eventos que tienen lugar a lo largo del año donde se muestran los frutos salidos de sus manos o su mente, así que iremos poco a poco.
Hoy destacaremos a Said David Royo Mahmoud, cuya casa y cuna emocional están en Híjar (según él mismo nos indica). Se formó durante el bachiller en letras puras, y en la Universidad de Zaragoza continuó con Filología Inglesa. Dice que, lectura y escritura, son depositarias de memoria y búsqueda de la belleza, y que su objetivo con la escritura es compartir sentimientos.
Curiosamente, la inscripción en una lápida del cementerio le despertó la afición por la poesía. Ha escrito tres libros: “El Portalápices”, “El tren de su vida” y “Tierras de Regaliz”, que aún no han visto la luz.
Pero sí está publicado recientemente el que tenemos en nuestras manos: “La piel tiene memoria”, que contiene significativos y sentidos poemas. Libro que, generosamente, editó para donar los beneficios a la causa de Ucrania.
La foto que se adjunta pertenece al Taller Literario de Poesía que se imparte en Aula Abierta del Ayuntamiento de Alicante. En una de las sesiones, todos pudimos disfrutar de la obra de Said, cuyos versos se leyeron y estudiaron.
Le deseamos éxito en esta misión que nunca tiene fin, y le damos las gracias por compartir sus escritos.
Aquí queda la foto y el hermoso poema que abre el libro...
BAJO UN SELLO DE 32 (1996)
Mi paso se torna espeso en rayos postreros,
reclamo de las cigüeñas, el cielo arde
el sol entibia el aféizar de los graneros,
la noche endulza los arcos, y yo, al buscarte.
Coquetas las niñas, despiertas, adornan sus trenzas,
las madres recogen las sillas de los soportales,
rebeldes los niños, zaínos, repican las puertas,
mi niña refresca su frente entre los ventanales.
La luna descansa sus trazos en los balcones,
las hojas de verdes geranios alfombran las calles,
espero escondido, la noche me ofrece ilusiones,
la gente me mira curiosa, yo espero, ya sales.
Llévame a tu refugio, coge suave mi mano, sin prisa;
tus estrellas me guían, tus ojos, tus labios y tu sonrisa.
Un poema muy bonito. Me ha transportado a ese cuadro dibujado en versos.
ResponderEliminarNo es fácil escribir poesía ni creo este al alcance de todos. Si tuviera que elegir uno me quedaría con el que lleva por título; El de la libreta perdida II , página 54.
ResponderEliminar¡Muy bonito!, me quedo con ganas de leer el libro.
ResponderEliminarMe encanta tu poesía.
ResponderEliminarSigue escribiendo.
Soy Violeta del taller de poesía que imparte Teresa Rubira