¡Madrecica, si pudiera
decirte cuánto te extraño!
Tus besos y tus caricias,
tus palabras, tus abrazos.
La sonrisa siempre cierta
que nos brindaban tus labios.
¡El calor de una mirada
que recogió dicha y llanto!
¡Nos va pesando la vida!
Se van volando los años
recordando los consejos
que dejaste de regalo.
Y cuando busco la sombra
para cobijo y amparo,
me lleva siempre al camino
de lo que tú me has sembrado.
Hoy te miro con nostalgia
en esas fotos que guardo
tan dispuestas, con cariño,
para besarte a diario.
¡Y hablo, creyendo que existes!
¡Necesito imaginarlo,
pues sigo siendo la niña
que precisaba tus brazos!
¡Y pesa, cómo me pesa,
no haberte dicho entretanto,
que eras mi fuerza, mi guía,
y de la paz mi remanso!
¡Pero tuve los elogios
tan escasos, tan callados...!
Por eso, cuando te pienso,
el corazón me hace daño.
Madrecica si pudiera
decirte cuánto te extraño...
AUTORA : Teresa Rubira.
Gracias por tus palabras. Los que tenemos la suerte de poder abrazar a nuestras madres, no valoramos todo lo que representan en nuestras vidas. Ojalá tu poema sirva para decirle un Te Quiero, su sonrisa será nuestra mejor recompensa.
ResponderEliminarGracias a Teresa. Bonito y entrañable poema con gran calidad literaria.
ResponderEliminarCuanto sentimiento, precioso
ResponderEliminarPrecioso Teresa, cuánto sentimiento y belleza hay en tus versos.
ResponderEliminarPrima, ya lo comentamos y como siempre, las lagrimas salieron de mis ojos.
ResponderEliminarSolo las palabras del corazón tocan el alma un abrazo fuerte amiga mia. Tu eterna aprendiz
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