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sábado, 13 de febrero de 2021

AURELIA GARCIA . PSICOLOGA.

 


Esta mañana, terminé la consulta a las 14,30. Llegué a casa y, sin quitarme la mochila del estrés, puse a calentar la gran olla de lentejas que bien temprano me dejé preparada. A las tres ya estábamos todos juntos sentados a comer. Yo, en silencio, escucho a mi corazón bendecir y agradecer el mágico momento que la vida me regala junto a mis cuatro hijos y mi marido.

Tras recoger mesa y cocina, he pensado: descansar en el sillón un rato sería estupendo, pero... aprovechar este precioso día primaveral con un psicopaseo vespertino antes de volver al trabajo ¡sería lo más!

Dicho y hecho. Pero antes de calzarme mis botas de las siete leguas, he metido en el horno un bizcocho de plátano. Sí, ese que ayer os conté 🙂

Qué lujo de paseo. Temperatura ideal que permitía ir de manga corta y encontrarme de frente con este almendro vestido ya de blanco... Y yo pienso: qué valiente es el almendro que, faltando aún dos meses para el inicio de la primavera y sabiendo que todavía pueden venir días duros de invierno, él se viste con sus mejores galas, renacen sus secas ramas y nos regala su bella estampa con el deseo de contagiar a todos los corazones que pasean por su lado.

Seamos nosotros también valientes como el almendro, florezcamos, que la vida renazca en nosotros y la luz y la esperanza resplandezcan en todo nuestro ser.

El crudo invierno pasará, y la radiante primavera pronto llegará a abrazarnos.

@aurelia.gotasdeluz

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