En el número de nuestra revista ARAGÓN correspondiente al mes de octubre de 1934, apareció un artículo debido a nuestros queridos amigos y colaboradores Hermanos Albareda, en el que hacían un detallado estudio del grandioso retablo de la iglesia parroquial de Híjar con motivo de cumplirse entonces el ÍV Centenario de su construcción.
En aquel,artículo hacían historia del mismo y hablaban de los autores: el pintor Gaspar de Ortiz, residente entonces (año 1534) en la villa de Híjar, y el escultor Florentino Juan de Moreto, autor de tantas obras maestras del renacimiento en toda nuestra región, entre las que destacaban el retablo de San Miguel, de Jaca; el dela Inmaculada, de Tarazona; el órgano del Templo del Pilar y la monumental sillería del Coro (ésta en unión de Esteban d'Obray y Nicolás Lobato); el retablo mayor de San Miguel y tantos otros que le conquistaron la fama y el puesto preeminente que Moreto tiene en la Historia del arte renacentista español.
¡Quién podría pensar, cuando esto se publicaba en ARAGÓN, que estaba tan próxima la destrucción de tan maravillosa obra de arte! Los' Hermanos Albareda estaban bien ajenos a lo que después ha ocurrido: la obra fué destruida por la guerra, a estos artistas se les encomendó la reproducción del retablo desaparecido, para lo cual solamente se contaba con una fotografía del mismo bastante defectuosa.
Nuestros queridos colaboradores han llevado a feliz término su empresa construyendo con singular maestría el magnífico retablo cuya fotografía acompaña estas líneas; pero antes de llevarlo a su destino lo expusieron en su estudio (aunque por fragmentos, pues dadas sus dimensiones era imposible exponerlo entero), donde fué admirado por el Excmo. Sr. Arzobispo, autoridades, academicos, artistas y gran número de personas que sienten inquietud por todo cuanto al arte se refiere.
El 22 de septiembre fué solemnemente inaugurado con la asistencia del M. I . Sr. don Ignacio Bersabé, Canónigo Canciller, Secretario de Cámara, que ostentaba la representación del Excmo. Sr. Arzobispo; el director de El Noticiero y las autoridades.
Se celebró la bendición y una misa solemne en la que ofició el citado don Ignacio Bersabé, siendo ministrada por los sacerdotes hijos de aquella Villa don Joaquín Monzón y don Luis Espinosa, ocupando la Sagrada Cátedra el celosísimo cura párroco don Vicente Gimeno,' el cual dedicó a los autores merecidos elogios por su obra,- con lo cüal —'dijo— pasaban a la posteridad con los máximos honores.
Después, en honor de los autores e invitados se sirvió una comida íntima. Profundo es el cariño y agradecimiento que la revista ARAGÓN siente hacia los Hermanos Albareda por su constante y desinteresada labor en estas páginas desde hace muchos años, por lo que los elogios merecidísimos queles tributamos pueden parecer parciales. Pero en este caso excepcional nadie que haya visto el retablo, aun medianamente versado en arte, podrá juzgarnos de apasionados: de líneas correctísimas y cincelado con exquisita delicadeza, ofrece un conjunto de grandiosa belleza.
Cuando pasado el tiempo los oros se oxiden y el polvo comunique a sus relieves esa pátina rancia de las obras añejas, que tanto encanto les presta, quien visite la iglesia parroquial de Híjar desconocedor de los artistas que cincelaron el retablo, pensará —-estamos seguros—en los artistas del siglo XVI, que nos legaron obras tan maravillosas como el antiguo retablo de Híjar. El nuevo retablo conserva fas líneas generales y características del destruido, pero merced a la falta de datos concretos, por deficiencia de la fotografía de que disponían, los Hermanos Albareda han tenido que crear los asuntos de los cuadros que en número de ventiséis forman parte del retablo, así como algunas de las esculturas ,y altorrelieves.
Reciban nuestra sincera felicitación nuestros queridos amigos y asiduos colaboradores de la Revista ARAGÓN, por el nuevo éxito alcanzado en su carrera artística.
¡Bien hermoso nuestro retablo!
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