En el día de hoy, les queremos mostrar tres ventanas de nuestra localidad, cargadas de historia de nuestro pueblo .
Empezaremos con las ventanas de la casa donde nacieron Don Martin Batista de Lanuza, Justicia de Aragón y Geronimo Martin Batista de Lanuza, religioso , en una fotografía del año 1943.
En segundo lugar podemos ver la ventana de la carcel, que se instalo en el granero de Hijar, en la Plaza de San Antón.
La información que hemos rescatado del año 1856 , literalmente decia lo siguiente :
" Las Cortes acuerdan ceder al ayuntamiento de Hijar, un granero destinado a carcel, dadas las malas condiciones de la existente. "
Lo primero que nos ha llamado la atención, es que las Cortes de aquellos tiempos, tuvieran tanta influencia en la vida municipal, como para ceder un granero al ayuntamiento. Nos imaginamos que hace mención al granero de la Plaza de San Antón.
Finalizamos mostrandoles las ventanas del Convento de Nuestra Señora de los Angeles.
El convento de Nuestra Señora de Los Angeles , esta situado en la partida denominada Los Campillos. Fue fundado en el año 1524 por D. Luis Fernández de Híjar, Duque de Hijar .
El convento se halla en la margen izquierda del río Martín. Anejo al convento, figura la huerta desde su fundación, “de algo más de una hectárea de extensión, que goza del privilegio de riego concedido, en el siglo XIV por uno de los señores de Híjar. Se conoce este privilegio como Ligón de Nuestra Señora de los Ángeles, que comporta la advocación que da nombre al convento. El claustro, siguiendo el patrón de todos los conventos, tenía un segundo piso, desde donde se accedía al coro, merced a una puerta abierta en el muro de la iglesia. En él quedaban situadas las celdas que habitaban los religiosos, la sala de estar y la biblioteca.
La iglesia tenia diversos altares y capillas dedicadas en honor de la Reina de Los Angeles con San Jose y San Antonio en las hornacinas laterales, otros dedicados en honor del Sagrado Corazón de Jesus, Inmaculada, San Francisco y Divina Pastora, San Luis, Santa Isabel y mas tarde en el año 1928 el Altar del Santo Cristo.
Los frailes daban clases diurnas y nocturnas que siempre estaban muy concurridas.
Durante muchos años entre 1612 y 1622 , fue Guardian del convento el Padre Selleras Lozano, que fue muy querido y cuyo recuerdo permanecio muchos años en la memoria de los hijaranos.
Por el año 1885, el convento fue ocupado por 24 religiosas que estuvieron unos pocos años, donde algunas de ellas fallecieron por desprendimientos de las paredes, pues estaba en muy mal estado .
En la fachada de la iglesia figuraba, sobre la puerta de entrada, colocada en una hornacina, una escultura en piedra de la Virgen María, bajo cuya advocación había sido fundado el convento.
A principio del siglo XX, una comunidad de religiosos franciscanos de la orden capuchina, rehabilita el abandonado convento y restauran la iglesia, abriéndola al culto el día 15 de julio de 1903 y reavivando la vida conventual hasta la guerra civil, fecha en que el convento quedó en ruinas como consecuencia de la contienda bélica. La iglesia mantiene aún sus recios muros, bien que en estado ruinoso, y en difícil equilibrio, la armónica fachada de ladrillo rojo de la iglesia.
El convento se halla en la margen izquierda del río Martín. Anejo al convento, figura la huerta desde su fundación, “de algo más de una hectárea de extensión, que goza del privilegio de riego concedido, en el siglo XIV por uno de los señores de Híjar. Se conoce este privilegio como Ligón de Nuestra Señora de los Ángeles, que comporta la advocación que da nombre al convento. El claustro, siguiendo el patrón de todos los conventos, tenía un segundo piso, desde donde se accedía al coro, merced a una puerta abierta en el muro de la iglesia. En él quedaban situadas las celdas que habitaban los religiosos, la sala de estar y la biblioteca.
La iglesia tenia diversos altares y capillas dedicadas en honor de la Reina de Los Angeles con San Jose y San Antonio en las hornacinas laterales, otros dedicados en honor del Sagrado Corazón de Jesus, Inmaculada, San Francisco y Divina Pastora, San Luis, Santa Isabel y mas tarde en el año 1928 el Altar del Santo Cristo.
Los frailes daban clases diurnas y nocturnas que siempre estaban muy concurridas.
Durante muchos años entre 1612 y 1622 , fue Guardian del convento el Padre Selleras Lozano, que fue muy querido y cuyo recuerdo permanecio muchos años en la memoria de los hijaranos.
Por el año 1885, el convento fue ocupado por 24 religiosas que estuvieron unos pocos años, donde algunas de ellas fallecieron por desprendimientos de las paredes, pues estaba en muy mal estado .
En la fachada de la iglesia figuraba, sobre la puerta de entrada, colocada en una hornacina, una escultura en piedra de la Virgen María, bajo cuya advocación había sido fundado el convento.
A principio del siglo XX, una comunidad de religiosos franciscanos de la orden capuchina, rehabilita el abandonado convento y restauran la iglesia, abriéndola al culto el día 15 de julio de 1903 y reavivando la vida conventual hasta la guerra civil, fecha en que el convento quedó en ruinas como consecuencia de la contienda bélica. La iglesia mantiene aún sus recios muros, bien que en estado ruinoso, y en difícil equilibrio, la armónica fachada de ladrillo rojo de la iglesia.
No tiene nada que ver el granero de San Antón con la carcel.
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