Páginas

martes, 9 de junio de 2020

HIJAR , UN PUEBLO RELIGIOSO . Autor : Manuel Forcada Monzón.


No cabe duda de que Hijar ha sido un pueblo de mucha religiosidad, lo demuestran infinidad de factores , existieron conventos de frailes y de monjas y decenas de vocaciones sacerdotales y de religiosos y religiosas.  Pero la época de mayor auge y esplendor, creo que fue durante las dos décadas siguientes a la guerra civil.

En esas fechas las actividades religiosas eran muy frecuentes, ya que había cuatro o cinco sacerdotes, el párroco, coadjutor, y dos o tres jubilados nativos.  Era normal que celebrasen cuatro o cinco misas diarias , en las cuales había algunas normas muy estrictas , por ejemplo, a las mujeres no les permitían entrar a la iglesia sin velo, ni sin medias , ni con vestidos de manga corta y a los sacerdotes les tenían mucho respeto, los niños les besábamos la mano y a las monjas el crucifijo.

Lo sacerdotes eran inconfundibles, siempre iban vestidos con una sotana negra y la " coronilla " en la cabeza  ( un circulo afeitado en la parte posterior. )  En esa época todas las festividades tenían su correspondiente procesión y algunas que se agregaban, como el Domingo de " Cuasimodo " , que recorría todos los domicilios de las personas que estaban enfermas para darles la comunión.

En época de sequía , se realizaban las " rogativas ", en esta procesión los fieles en voz alta le pedían al Señor " agua para nuestros campos , que causan dolor ".  Los días festivos  por la tarde en la iglesia se celebraban " las Vísperas ", consistía en media hora de recogimiento y rezo y generalmente solo asistían mujeres.  A las personas enfermas, el sacerdote y monaguillos le llevaban la comunión a su domicilio y esto era llamado " Viatico " y la "  Extrema Unción " era exactamente igual , pero se realizaba cuando el enfermo ya estaba agonizando .

Como es natural todos estos actos los dirigían y preparaban los sacerdotes, así como los bautizos, comuniones, bodas, entierros, etc..., pero había muchas personas piadosas y fervorosas que ayudaban a los mismos en las diferentes actividades " comuniones generales ", " los nueve primeros viernes de mes ", " los siete domingos de San José ", " la adoración nocturna ", " el rebañito " ( o catequesis ), " los ejercicios espirituales ", ( estos se realizaban en un Santuario o Casa de Ejercicios ) y duraban varios días de oración y recogimiento.

El domingo de Carnaval se celebraba " el jubileo ", consistía en entrar rezando del atrío a la iglesia y viceversa, cuantas más veces realizabas esta operación, más indulgencias obtenías.  Casi todos estos actos los promovían las de " acción católica " y eran tan entusiastas que hasta construyeron una casa en el Barrio Verde para sus actos y reuniones.

Cuando fallecía una persona, con el fin de que se enterasen los vecinos, dos niños recorrian todo el pueblo tocando una campana y al anochecer acudian a la casa del difunto, familiares, amigos y vecinos y durante dos días rezaban tres rosarios por su alma, terminando el acto se marchaban a sus domicilios y los mas intimos volvian de nuevo para acompañar a la familia y velar el difunto, a las doce de la noche rezaban una estación y paulatinamente se iban marchando quedando los intimos, ya que al difunto nunca lo dejaban solo, entonces existía la costumbre dejar la caja del fallecido destapada, para poderlo ver todas las personas que querían.

En España imperaba el catolicismo y la iglesia propuso la colocación de una imagen religiosa en las puertas de las viviendas para bendecirlas y como pueblo religioso, creo que no se quedo ninguna puerta de la calle, sin que fuera clavada con cuatro tachuelas la citada placa, imagen que todavía permanece en alguna casa antigua.

Los hijaranos e hijaranas, demostraban su religiosidad durante su vida cotidiana, se santiguaban al acostarse y levantarse, al salir de casa, al emprender un viaje o un trabajo , etc... , al escribir una carta, en la parte superior del escrito inscribian la cruz, cuando iban a comer, realizaban la señal de la cruz antes de partir el pan y a continuación rezaban una oración.  En las procesiones cuando pasaba el sacerdote con la custodia, las personas que se encontraban en la calle se arrodillaban y si llevaban sombrero o boina se descubrian, mucho más sacrificado era el que realizaban algunos labradores los dias festivos, en verano, se encontraban trillando en las eras y se acercaban a oir misa de " doce " con la misma vestimenta que llevaban, con sus calzoncillos marianos y a veces descalzos.



Todos estos actos quizás ahora nos pueden sorprender, pero cuando llegaba la " Cuaresma " aumentaban, no cabía en la iglesia ni un alfiler, sobre todo en las celebraciones del  " Miserere " y " Setenarios", acudían las mujeres con sus sillas plegables y ocupaban todas las capillas y hasta se sentaban en el suelo, los sermones los realizaban los " Cuaresmeros " y solian ser frailes, que ponían tanta pasión, fervor y habilidad que convencían a los fieles, a consecuencia de uno de estos sermones, tuvo lugar una procesión que todavía recuerdo, me dio una sensación al ver toda la Cuesta de la Iglesia, con décenas de jóvenes y no tan jóvenes, cada uno con su cruz al hombro que habian construido ellos mismos, con trancas y maderos que tenían en sus casas, para demostrar sacrificio y arrepentimiento, ( creo que fue en el año 1944 ).

En esa época todos los católicos adquirian " la bula ", era como una especie de dispensa firmada por el Monseñor Arzobispo de Toledo y autorizada por el Papa Pio XI , por lo cual mediante una limosna, se permitía comer carne durante la Cuaresma, " excepto el Viernes Santo ".

La mayoría de estas normas y actos religiosos han desaparecido, otros a duras penas continuan, pero existe uno que ha aumentado considerablemente, me refiero a las procesiones de Semana Santa, se ha disparado el numero de tambores y el numero de peanas y los alabarderos han creado una banda juvenil, que si Dios quiere para días hay tradición.

Y para terminar, voy a dar más testimonios que justifican la religiosidad de nuestros antepadasos.  Existian numerosas iglesias, ermitas y capillas, la Iglesia Parroquial, la de San Antón, la de San Blas, ( destruida en la guerra civil ), la de San Valero ( derribada y reemplazada en la residencia de ancianos ).   Ermitas : la del Carmen, la de Santa Bárbara, la de San Miguel, ( en ruinas ), la del Santo Sepulcro, San Isidro, San Joaquin, en Los Ballesteros, San Braulio en Campiseco ( en ruinas ), en la Cultía y Valdemaguin, que creo se veneraban a la Virgen del Pilar y en el Ceperuelo a San Pedro Martir, ( en alguna de ellas celebraban misa los domingos para los agricultores ).

Las capillas fuera y dentro de la localidad, también abundaban, la Cruz Cubierta, El Pilón de San Antonio ",el cubierto con el mismo nombre ( en ruinas ) y el cubierto de " Nuestra Señora "( tambien en ruinas ).  Dentro de la villa son innumerables y debido a ello, muchas de las calles llevan sus nombres, Paseo San Francisco, calle Calvario, Plaza de San Blas, cantón de las Santas, calle San Braulio, Plaza de San Antón, Cantón de Jesus, Santa María, Santa Rosa, Cuesta Santa Ana,  Santa Ana, San Roque, Baja Virgen, Virgen de Arcos, Alta Virgen, San José, San Blas, Bajada de San Antonio, Barrio San Isidro y recientemente inaugurado la Avenida del Carmen.

Creo que ha quedado suficientemente claro la religiosidad de la Muy Noble, Muy Leal y Antiquisima Villa de Hijar.



Autor :  Manuel Forcada Monzón.

3 comentarios:

  1. Es muy interesante leer este tipo de artículos. Recuerdo perfectamente todo lo que se describe.

    ResponderEliminar
  2. Es formidable saber lo que ha ocurrido en tiempos pasados en nuestra localidad!

    ResponderEliminar