Los administradores de fincas exigen al ejecutivo un ‘protocolo de actuación’ para aclarar si se podrán abrir las piscinas comunitarias y cuáles deben ser las recomendaciones en este tipo de espacios. Insisten en que «es necesario adelantarse y regular como hay que gestionar este servicio el próximo verano».
Se avecina una tercera prórroga del estado de alarma. Ese escenario situaría la fecha de salida del aislamiento en el 11 de mayo, completando 57 días de confinamiento. Tradicionalmente, en torno a la segunda quincena de mayo y la primera de junio, las comunidades autónomas empezaban con las aperturas tanto las piscinas públicas como comunitarias. Una tradición que este año previsiblemente se va a tener que retrasar a consecuencia de la pandemia del coronavirus.
Lo cierto es que una vez que el número de fallecidos y contagiados empiece a remitir, la vida de todos los españoles tendrá que empezar a volver poco a poco a la normalidad. Los Administradores de Fincas colegiados consideran muy necesario preservar todos los aspectos sanitarios en los edificios. Salvador Díez, presidente del colegio de Administradores de Fincas, asegura que el Gobierno debe «desarrollar protocolos de actuación para seguir conservando las condiciones higiénicas necesarias y evitar cualquier tipo de contagio que pueda hacer repuntar la pandemia».
«Es necesario adelantarse y regular como hay que gestionar este servicio el próximo verano de manera que en todos el país, a pesar de la delegaciones de competencias, se sigan las mismas normas y criterios sobre apertura, condiciones y durante cuánto tiempo», añade Díez.
Teresa Pérez Gracia, catedrática de Microbiología de la Universidad CEU: «La vía de transmisión a través del agua de una piscina clorada es nula»
En declaraciones a OKDIARIO, Teresa Pérez Gracia, catedrática de Microbiología de la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH) de Valencia, afirma que «este virus no sobrevive en el agua tratada con cloro, por lo tanto la vía de transmisión a través del agua de una piscina clorada es nula». No obstante, recuerda que «una piscina no es solo el agua, sino todas las superficies que la rodean y en las que se puede depositar el virus si algún usuario está infectado y, por ejemplo, estornuda. Y esa podría ser una vía de contagio, por lo que la única forma de evitar la transmisión es la mencionada distancia social y la desinfección diaria de los lugares comunes».
En el caso de las playas, la catedrática de Microbiología de la Universidad CEU Cardenal Herrera, afirma que al tratarse de otro espacio público (en cuanto a riesgo de contagio) «las medidas deberían ser las mismas que para una piscina comunitaria: mantener la distancia social y extremar al máximo las medidas de higiene de manos y de los objetos que compartamos con otras personas, así como realizar desinfección diaria de los lugares comunes».
Fuente : Cyntia Diaz Noville.
Okdiario.
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