El Señor Rey Don Jaime II, por privilegio despachado en Torrijos a 9 de enero de 1441, hizo merced a Don Rodrigo Sarmiento de Villandrado, Duque de Hijar, de que en memoria del señalado servicio que hizo SS.MM., el día de la Epifania, adquiriéndole la entrada en la ciudad de Toledo y salvando su Real persona, él y los sucesores en su casa se sentasen a la mesa de SS.MM. y la de los señores reyes sus sucesores en Castilla y Leon, en aquel día y les fuesen dadas las ropas y vestiduras que vistieren en él, y las ceremonias con que esto se verifica son las siguientes:
El Conde de Ribadeo, cuyo titulo lleva hoy el Excmo Señor Duque de Hijar, va a palacio a la hora del mediodía, acompañado de sus parientes y amigos, y aguarda en la parte que tiene entrada a que SS. MM. salga á comer.
Después de haber cubierto y puesto la mesa para SS. MM. en la antecámara, en la forma que se acostumbra en comida publica y solemne, trayendo las viandas con maceros, atabales y trompetas,( se refiere a 1651 ), sale SS. MM. acompañado de los grandes, gentiles-hombres y mayordomos de la cámara, los cuatro reyes de armas, con colas, toman su lugar sobre la tarima a las cuatro esquinas, y los maceros abajo a los dos lados de la tarima, con sus mazas para desembarazar el paso y acompañar la copa cuando SS. MM. la pide.
En lavándose SS. MM., habiendo echado la bendición el prelado y sentadose SS. MM., al tomar el mantel y la servilleta, hace seña al Conde de Ribadeo y Duque de Hijar, para que se siente, y al mismo tiempo un ayuda de la furriera pone un banquillo de nogal en el testero de la mesa, a la mano izquierda de SS. MM. donde se sienta descubierto, y porque en la mesa no hay recado ninguno para el conde, un ayuda de la panatería disimuladamente le da una servilleta, y en ella un panecillo y cuchillo. Los platos de que SS. MM. no gusta, hace seña al trinchante para que se levanten, y los que va comiendo, aparta a la mano izquierda hacia el Conde, el cual después de haber comido de ellos, los da al furrier o aún ayuda. En subiendo a SS. MM. la copa, lleva al conde la suya, ( que para este efecto sube secretamente del oficio de la caba ) algún pariente de su casa, descubierta y sin salva.
En levantándose SS. MM. y levantado el ultimo mantel, el Duque se pone en pie, quita la mesa el aposentador de palacio y sus ayudas, da las gracias al limosnero mayor, el Duque besa a SS. MM. la mano y le acompaña con los demás caballeros hasta su aposento, y los mayordomos y gentiles hombres de la boca se van a comer al estado, y con ellos el Barlet Servant.
Pero esta parte de la ceremonia hace muchos años, incluso el presente, que no se verifica, porque por la mayor-domia mayor de S. M., se avisa al Señor Duque con anticipación de que SS. MM. no come en publico, y que por lo tanto no puede disfrutar del privilegio de sentarse a su Real mesa.
Lo que si tiene efecto todos los años, y se ha verificado en este el dia 19 del actual, es la entrega del vestido que llevo SS. MM. el dia de la Epifania, el Señor Conde de Ribadeo, Duque de Hijar, y el ceremonial observado en esta ocasión, es el siguiente :
El Señor Duque pasa un oficio al señor sumiller de Coprs, a fin de que haga presente a SS. MM. que correspondiente para su entrega.
El señor sumiller contesta al Duque “ que el vestido está pronto, y que señale día y hora para recibirlas “ vuelve S. E. a escribir señalando el día y hora, que siempre acostumbra a ser tres ó cuatro días después, para que el sumiller tenga tiempo de comunicar las ordenes al guarda-ropa de SS. MM. y este a sus dependientes, asimismo se pasa otro al capitán de alabarderos para que nombre y envíe los que han de acompañar el vestido, la hora que se señala en generalmente las once de la mañana.
Sale dicho vestido desde palacio en un coche de la Casa Real, de media gala, tirando de cuatro mulas o guias, acompañado de cuatro alabarderos y sus correspondientes mancebos, de la Real Casa viene en dicho coche el jefe del guarda-ropa de SS. MM., que trae el vestido en una bandeja, envuelta en un tafetán, y dos ayudantes de guarda-ropa.
En el gran salón de tapices de la casa de S. E. hay un dosel, y delante de él, una mesa y silla, a la que se sienta el Duque a la hora señalada.
Al llegar el coche a la casa de S. E., se hallan los jefes y dependientes de las oficinas con traje de etiqueta, y los criados y lacayos con librea de gala, aguardando al pie de la escalera, y dichos ayudantes de la guarda-ropa se apean y reciben la bandeja cubierta con el tafetán, que contiene el real vestido, y luego que lo verifica el jefe de guarda-ropa se apean, y reciben la bandeja cubierta, y la sube en sus manos, acompañado por los cuatro alabarderos, ayudantes del guarda-ropas, dependientes, criados, lacayos del Duque. Suben a la habitación de S.E., este se levanta y dice : “que se pone a los reales pies de SS. MM., y le da las gracias, por las honras que dispensa a esta casa y persona “. Este año el traje consiste, en un vestido de seda chiné de color lila,. Un velo negro bordado. Un pañuelo de mano bordado también, un camisolín, y un par de guantes. El dibujo que acompaña el articulo fue elaborado por Don Julian de Ribelles.
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