El Castillo de Bled es una de las edificaciones más impresionantes de Eslovenia, erigida en lo alto de un acantilado de 125 metros de altura sobre el lago Bled.
La primera referencia histórica al castillo de Bled proviene del año 1011, cuando se lo mencionó en un documento de traspaso de tierras firmado por Enrique II, quien donaba el castillo a los Obispos de Brixen. Poco después, en 1278, el castillo pasó a formar parte del patrimonio de los Habsburgo.
Su torre, construida en estilo románico, es la parte más antigua que se ha conservado de la construcción original, a la que fueron agregadas varias torres durante el transcurso de la Edad Media.
A lo largo de su historia, el castillo ha ido acumulando partes y ampliaciones en diferentes estilos, dando como resultado un castillo tan extraño como único en su diseño. También cuenta con una capilla que le fue añadida en el siglo XVI y posteriormente reformada, en la que destacan sus hermosos frescos del siglo XVIII.
Las diferentes estructuras se organizan alrededor de dos patios interconectados por unas escaleras, y en su entrada principal cuenta con un puente levadizo y un foso que rodea una parte del castillo. La cara que da al lago es prácticamente inexpugnable, y no ha necesitado de medidas defensivas en toda su historia.
Durante el año 2011 se celebró el milésimo aniversario de la construcción del castillo y en la actualidad se utiliza para la organización de diferentes eventos, entre los cuales las bodas suelen ser las más comunes.
Fuente : Recorrido de castillos.
¡Qué bonito!
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