Entre las localidades zaragozanas de Maella y Fabara, dominando una extensa zona de fértiles huertas cerca de la margen izquierda del río Guadalope, se conservan las ruinas de un famoso monasterio dedicado a Santa Susana cuya fundación como iglesia por la orden de los Benedictinos se remonta, según la tradición, al siglo VI d.C. y es conocido como el Monasterio de Santa Susana o de La Trapa .
La planta es de cruz latina con los brazos muy cortos. No se conservan las bóvedas de este espacio, pero sí las pilastras laterales del lado de la epístola, que constituyen una obra anterior a la de la nave. Están cubiertas con bóvedas de crucería sencilla, cuyos nervios descansan en ménsulas. En el extremo derecho del crucero, en el lado de la epístola, hay otra capilla dispuesta en el sentido del crucero que conserva sus muros perimetrales, con pilastras semejantes a las de la nave y algún arco ciego de medio punto. Tampoco se conserva la techumbre, pero la impronta dejada en los muros permite adivinar que estaba cubierta con bóveda de medio cañón con lunetos. La torre consta de tres cuerpos de planta cuadrada y chapitel bulboso.
Con la desamortización de Mendizábal de 1835 el Monasterio fue expropiado, a pesar de ello los monjes trapenses permanecieron en el mismo hasta el año 1837. Desde entonces el olvido y el abandono han motivado su deterioro hasta llegar al estado de ruina en el que se encuentra en la actualidad. Desgraciadamente hoy han desaparecido la mayoría de sus dependencias como el claustro y la hospedería. Únicamente los restos de la iglesia se mantienen en pie como muestra de su histórico pasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario