La iglesia de Santo Domingo, formaba parte del convento de Santa Lucía de la Orden de Predicadores, situado entre la actual carretera de Zaragoza y la plaza de Santo Domingo.
Este convento fue fundado en 1383 por el infante D. Juan, primogénito del rey Pedro el Ceremonioso. Sin embargo, a finales del siglo XVI se llevó a cabo una ampliación de esta iglesia. El convento sufrió graves destrozos a principios del siglo XIX, en la guerra de Independencia. Más tarde se vio afectado por la Desamortización de 1836 y pasó a ser propiedad del Ayuntamiento, quien instaló en él un polvorín en sustitución del que explotó en 1840.
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