La capital del Bajo Martín es una de las que figura en el inventario recogido en el portal web Juderías de Aragón. Es un proyecto novedoso y que fue impulsado por la Universidad San Jorge con el respaldo del Gobierno de Aragón.
Esta iniciativa es la respuesta a la necesidad de tener una red más allá de la que existe a nivel nacional en la que solo se incluye a Tarazona. No obstante, nace con el objetivo de conseguir una proyección universal.
Se trata de un proyecto dinámico que se fija como horizonte los próximos diez años. Es por ello, que el número de juderías aumentará. Calculan que en Aragón hay unas 100, por lo que quedan unas 75 por catalogar e incluir.
Entre ellas, la de Albalate en el Bajo Martín. «Fue una judería custodiada por un arzobispo, que ahí es nada. Ya es interesante», dijo el investigador principal, Miguel Ángel Motis. El historiador se rodea en su equipo del arquitecto, Antonio Estepa, y del especialista en comunicación digital, Víctor Pérez. No obstante, es un equipo abierto a la suma de diferentes especialistas. También se pretende implicar a todas las instituciones como ayuntamientos y comarcas.
Proyección unida
El proyecto se asienta sobre varios pilares. Entre ellos, el del desarrollo territorial con un patrimonio histórico que se debe avalar desde un punto de vista científico. «Ahí queremos ser garante de ello», dijo sin perder de vista el desarrollo interterritorial.
Existen juderías por todo el territorio, un patrimonio judío que posee un potencial turístico y cultural importante. «Con todo el respeto hay que desarrollarlo, la Historia nos ayuda a generar una identidad mayor al descubrir unas raíces de las que partimos pero también puede generar riqueza y en este sentido, a través de unas rutas», añadió y habló de combinaciones como una ruta Alcañiz – Teruel o Alcañiz – Híjar – Albalate – Montalbán.
«Es difícil que una persona venga a ver la judería de Oliete, por ejemplo, una de las que se incluirán, pero si le ofreces una jornada con varios sitios a visitar, está hecho. Genera un flujo de un turismo cultural europeo, no solo judío y aragonés, que desemboca en riqueza para los vecinos», aseguró.
Cabe destacar que la ermita de San Antón de Híjar comenzará en breve su restauración y el trabajo para todas se basa en documentar, delimitar y que cada ayuntamiento dicte unas directrices jurídicas para proteger ese patrimonio.
Fuente : Beatriz Severino.
www.lacomarca.net
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