Si yo fuera torero
brindaría por ti de esta manera:
por la mujer que quiero;
por esa majestad y maravilla
de luna, de mujer y primavera,
que abraza con los ojos la mantilla
y aroma como un nardo la barrera.
Por la que tiembla cuando sale el toro,
estruja entre sus manos los claveles,
lleva al pecho palomas en azoro
y se la anida al corazón la pena;
prefiere mi quietud a mis laureles,
no escucha los aplausos en la arena;
y al acabar la fiesta, cuando pasa
primaveral y airosa, ente la gente,
lleva desde el tendido hasta la casa,
los labios de reír como una fuente,
los ojos de llorar, como una brasa…
Alfonso Camín
Voz de Ramón Sorribas Espinosa.
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