Páginas

miércoles, 29 de junio de 2016

PASEANDO POR LA HISTORIA : Guerra de Sucesión. Autor : Candido Marquesan Millan .


Uno de los textos más importantes para la Historia de Híjar, es una Representación o Carta enviada por nuestro pueblo a Felipe V, en torno a 1708, haciéndole una serie de solicitudes, en premio a la fidelidad manifestada a su persona, durante la Guerra de Sucesión, frente al otro pretendiente el Archiduque Carlos, el austríaco.

Esta Guerra surge a comienzos del XVIII, y hay que situarla tras la muerte de Carlos II, el último rey de la Casa de Austria, al no tener descendencia. Nada más se supo la imposibilidad del Rey español para tener hijos, todas las Cancillerías europeas empezaron a moverse para sacar tajada de las inmensas extensiones del Imperio español. Se barajaron varios pretendientes para su sucesión: Fernando José de Baviera, el archiduque Carlos de la Casa de Austria, Felipe de Anjou de la Casa de los Borbones de Francia, cada uno con determinados vínculos familiares con el Rey de España Carlos II. Pareció, en un primer momento, cobrar más fuerza la candidatura de Fernando José, al no ser un pretendiente muy poderoso, se mantenía la política del equilibrio europeo. Cosa que no ocurría con las otras candidaturas. Si se convertía en Rey de España Felipe de Anjou, siendo nieto del Rey de Francia, Luis XIV, se formaría un potente bloque hispano-francés. Si se convertía en Rey el Archiduque Carlos, el austríaco, podría restaurarse el antiguo imperio de Carlos V. Para mantener ese equilibrio europeo, Carlos II decidió nombrar su heredero a Fernando José de Baviera, aunque momentos antes morir cambió a favor de Felipe de Anjou, estimando que teniendo el apoyo de su abuelo, Luis XIV, se mantendría la integridad del Imperio español.

Al aceptar Felipe de Anjou convertirse en Rey de España, con el título de Felipe V, él y su abuelo van a tener que vérselas con todas las potencias europeas como: Inglaterra, Holanda, Saboya, Austria, Prusia, Portugal y otros. Se van a enfrentar dos bandos el defensor del Archiduque Carlos y el de Felipe de Anjou, a nivel de Europa, incluida la Península Ibérica y, dentro de ésta, también en Aragón.

Aunque todo el Reino de Aragón fue tratado luego como rebelde y castigado como vencido por Felipe V, muchos de sus habitantes le fueron fieles. Es muy larga la lista de los que apoyaron a Felipe V entre la nobleza aragonesa, aunque también hubo nobles relevantes en el campo contrario, como el conde de Sástago. A la cabeza de la causa borbónica en el alto clero se encontraba el arzobispo de Zaragoza. En el bando contrario, eran partidarios del archiduque los obispos de Huesca y Albarracín y, en general, el bajo clero. Entre las ciudades, Jaca, Tarazona y Borja destacaron por su fidelidad borbónica, como Caspe, Fraga y Canfranc. Otro centro de fidelidad, por su vinculación con el arzobispo de Zaragoza, fue Albalate del Arzobispo, con un entorno muy amplio: Alcorisa, Alloza, Ariño, Urrea, Híjar, etcétera. En cambio fueron afectas al archiduque las comunidades de Teruel, Daroca y Calatayud. En definitiva en el Reino de Aragón los bandos estuvieron divididos, no como en Valencia y Cataluña, lugares que se decantaron claramente por el archiduque Carlos. Sin embargo, los tres Aragón, Cataluña y Valencia fueron tratados del mismo modo por Felipe V, al ser represaliados con los tristes Decretos de Nueva Planta, que fueron un conjunto de medidas de uniformización, castellanización y centralización. Estos decretos supusieron acabar con las instituciones de los antiguos territorios de la Corona de Aragón. En nuestro Aragón se respetó, por lo menos El Derecho civil.

Hecha esta introducción para situar el texto, que, a continuación voy a transcribir, quiero hacer una serie de aclaraciones a la participación de Híjar en esta Guerra. Nuestro pueblo se decantó claramente por el lado de Felipe V, en cambio D. Fernando Pignatelli, casado con Juana Petrolina, duquesa de Híjar, se alineó con el sector de la nobleza que defendía las posiciones del archiduque. Felipe V le secuestró sus bienes, que posteriormente se devolvieron a su sucesor.

Habida cuenta de que en este conflicto bélico hay más factores, que los meramente dinásticos, en el apoyo de Híjar a los Borbones detectamos un trasfondo social, es decir, cualquier motivo es bueno para estar en contra del poder señorial. Híjar fue premiada por Felipe V con el título de " Muy noble y Leal Villa"; con el poder llevar en su Blasón la flor de lis, símbolo de los Borbones; y además, en poder dividir los 20 días de Feria de San Blas en dos de 10 días, los otros para San Braulio, patrón del pueblo.

La Carta o Representación enviada por nuestra localidad a Felipe V está redactada en los siguientes términos:

S E Ñ O R:

La villa de Ixar, puesta a los Reales pies de V. Majestad con profundo rendimiento, dice: Que siendo tan públicos los testimonios de su antigua, y siempre constante lealtad, ninguno más apreciable, ni más lleno que el que V. Majestad por carta de Don Joseph Grimaldo, su fecha en Fraga a 21 de Marzo de 1706, se dignó manifestar y dispensar a la Villa, con tan singulares y superabundantes expresiones de su Real gratitud, asegurándole de del cuidado en que V. Majestad quedaba, de tener muy presentas sus particulares servicios, para atenderlos y remunerarlos y añadiendo otros semejantes y tan excesivas honras, que no teniendo la Villa voces bastantes con que aplicarlas, recurre a la mejor retórica de su humilde y más rendido silencio.

En esta justa confianza y en la inteligencia de que V. Majestad se hallaba con la entera noticia, que enuncia su Real Carta, tanto de la singular fidelidad de la Villa, como de los crecidos caudales, que con sus personas gustosamente ha empleado y sacrificado en servicio de V. Majestad había suspendido su representación, juzgándola por impertinente, más que necesaria; pero, como después de haberse ausentado de aquel Reino, su Alteza Real el Señor Duque de Orleans, se halla con la desgracia de haberla gravado con el alojamiento de 8 Compañías, sin diferencia de los Pueblos desafectos, siendo así, que a otros los han exonerado, con el pretexto de leales, a quienes notablemente ha excedido la Villa en la fidelidad y en los servicios; habiendo (a diferencia de todos ) padecido durante el gobierno de los enemigos las persecuciones, menoscabos y continuas amenazas que son notorias; y creyendo la Villa, que semejante intento de ponerle alojamiento, no solo es ignorado de V. Majestad sino contra su Real voluntad, acude a su Real clemencia, para certificar a V. Majestad que si sobre lo aniquilada, y postrada que tienen a la Villa los excesivos gastos hechos en servicio de V. Majestad se añadiese la carga del alojamiento, sería para su total ruina, en tanto grado, que precisaría a sus moradores el abandono de sus casas, en que apenas hoy se pueden mantener por la suma miseria a que están reducidos. Y así, Señor, cómo había de creer la Villa que pudiera caber en las Reales piadosas entrañas de V. Majestad que a Vasallos de tan acrisolada fidelidad, les permitiera la nota de ser tratados y castigados sin diferencia de los desleales; ni cómo había de persuadirse la Villa, lo que dista tanto de su mérito, y de las expresiones de V. Majestad antes bien se halla tan seguramente confiada, que por suponer notorios sus servicios, excusara la prodigalidad de su narrativa, contentándose solo con decir que fue la única, que ha dado ejemplo a todo el Reino de su amor y lealtad a V. Majestad, antes y después de las novedades sucedidas en él. Antes, porque en el año de 1705, cuando los sediciosos entraron hasta ocupar la Ciudad de Alcañiz, la Villa de Ixar, que está inmediata a sus términos, atajó este fuego y continuó, a expensas propias, en mantener las fronteras limpias de los rebeldes, con muchas levas de gente, y a la parte de Cataluña y a la de Valencia, sin perdonar trabajo ni gasto alguno, a más del continuado que tuvo la Villa en 200 hombres de guarnición en su Castillo por 4 meses.

En el año 1706 de orden del Mariscal de Tessé, salieron muchas ocasiones las Compañías Milicianas de esta Villa a las fronteras de Cataluña y Valencia y diversos Lugares de las Bailías, hasta desalojar los enemigos, dejando guarnecido el Castillo de Cantavieja con una Compañía.

Después, en el año de 1707, de orden del Duque de Bervik, sirvió esta Villa a V. Majestad con 4 levas de gente; la primera a la Villa y Castillo de Monroyo; la segunda para socorrer dicho castillo con 200 hombres; la tercera, una Compañía con el Capitán de la Guardia de aquel Reino para desterrar los sediciosos, que infectaban los Lugares de la Serranía; la cuarta para la demolición de un Molino harinero, que dentro del Reino de Valencia y en la cercanía de Morella servía para abastecer aquella Plaza, continuando siempre en estos ejercicios importantes al Real Servicio de V. Majestad.

También ha dado la Villa el mismo ejemplo de su singular fidelidad, pues, el amor, que ardía en los corazones de sus individuos, fue siempre tan grande, que no pudiendo sufrir tan prolongada tardanza en restituir el suave y deseado dominio de V. Majestad, fue la primera que, a los principios de Mayo, el año pasado de 1707, prorrumpió en proclamar el Real nombre de V. Majestad y como esto sucedió 15 días antes de venir su Alteza Real a aquel Reino, se conjuraron los sediciosos de muchos pueblos, estimulados de cartas convocatorias del que presidía en Aragón por los enemigos. Y estando ya juntos 3000 hombres de Milicianos y Tropas en el Lugar de Lécera, distante tres leguas de la Villa de Ixar, con el ánimo deliberado de pasar a quemarla con todos sus vecinos; y estando estos dispuestos y resueltos a la defensa hasta perder sus vidas, y haciendas, llegó la feliz nueva de que ya Su Alteza Real entraba en Zaragoza con las Tropas, cuya noticia deshizo esta amotinada tempestad de los sediciosos; y en remuneración de tan felices servicios, que por notorios no se ocultaron a su Alteza Real, se sirvió de indultar a la Villa de la contribución, generalmente impuesta a todas las Ciudades, Villas y Lugares del Reino, concediéndole asimismo el uso de las armas de fuego, no obstante el bando general de su prohibición. Y suplica V. Majestad se digne de confirmarla estos privilegios e indultos y los demás, que la Villa tiene concedidos por los Serenísimos Reyes, predecesores de V. Majestad.

Y, en consecuencia, de estos verdaderos sucesos de tan acreditada lealtad y consideración, de que en tan excesivos gastos, como los ha tenido la Villa en servicio de V. Majestad, ha empleado mas de 15.000 pesos, a más de 354 cahíces de cebada, que ha consumido en las Tropas de V. Majestad, sin lo mucho que sus particulares Vecinos han gastado en los repetidos tránsitos de las Tropas y conducción de los víveres; Suplica, y con justa confianza espera la Villa, que V. Majestad por su Real dignación, no sólo la relevará de alojamientos por ahora y siempre, sino que la exonerará también de gabelas, pechos, alcabalas, quintas, tercias y cientos, confiscación de bienes y tortura, excepto a traidores, asesinos y ladrones, en la forma que V. Majestad lo ha ejecutado con Tarazona, Borja, Villaroya y otros de aquel Reino, pues, no han excedido en la fidelidad a la Villa de Ixar. Y que asimismo la concederá para subvenir en parte los gastos y daños que ha padecido, el que dentro de su mismo término ( a más de las antiguas que posee ) tenga 4 dehesas; la una, en la partida llamada la Manga hasta la Balsa de la Matilla; la otra, en la Partida llamada Martapavia hasta dicha Balsa y Carrera de Albalate a Belchite; otra, en el Sabinas dejando libres los pasos del ganado; y la otra, en la Chumilla hasta la Val de Arcos y caídas de la Loma, sin que esto le resulte perjuicio alguno al Señor de la Villa, ni en sus derechos, ni en el Dominio Superior. Y últimamente, que de los 20 días de Feria, que los Serenísimos Reyes predecesores de V. Majestad tienen concedido a la Villa por los días de San Blas, se digne V. Majestad de permitir que se dividan los 8 días por San Blas y los 12 por los días de San Braulio, Patrón de la Villa, que es a 19 de Julio, que a más de que en esto la Villa recibirá merced de V. Majestad en remuneración de sus Servicios, servirá de estímulo a todos los vasallos de V. Majestad para esmerarle en su Real Servicio".



Cándido Marquesán Millán.

2 comentarios:

  1. Esto es muy relativo según como se intérprete.

    ResponderEliminar
  2. Madre mía que lenguaje más rebuscado tenian

    ResponderEliminar